Charles Reznikoff
Junto al pozo del vivir y el ver
Existen, dijo alguien, poetas del aspaviento y poetas del sigilo o, en otros términos, poéticas que anclan en la provocación y la altisonancia, y otras que lo hacen en una lengua de aparente sencillez que oculta su artificio. A este segundo grupo pertenece, sin dudas, Charles Reznikoff, un poeta que pasó prácticamente desapercibido en vida y, desde la periferia de los circuitos literarios, construyó una obra que, despojada de toda forma de estridencia lírica, entronca con el objetivismo. En la tradición del flâneur, Reznikoff deambuló durante años por las calles de Nueva York, desde el Bronx al extremo sur de Manhattan, capturando a su paso instantes de cotidianidad urbana.