ISBN
Fecha de publicación
Páginas
Formato
Precio
Traducción de Claudia González Caparrós y Aníbal Cristobo
Prólogo de Claudia González Caparrós
EL PRESENTE AHORA
Cuando en marzo del año 2020 comenzó el confinamiento, en España y en gran parte del mundo, poco y nada se sabía sobre el coronavirus. Nuevo para muchxs, pero antiquísimo para la memoria biológica planetaria, el virus llegó para interrumpir el ritmo acelerado e hiperestimulante del llamado capitalismo tardío, este gigantesco cadáver que ha permanecido en descomposición ocultándonos el horizonte. Contrario a una detención puesta al servicio de la utopía, el confinamiento nos obligó al encierro, a la separación afectiva; en muchos casos, si no en todos, a la soledad, a la incertidumbre; pero, por sobre todo, nos obligó a ralentizar una vida que psíquicamente ya estaba encaminada al colapso.
El presente ahora es la somatización de esta experiencia. Es un diario pandémico que constata una dimensión abismada de quien enuncia y de su relación con el mundo, consigo misma y con una escritura ya desprovista de sujetos y lugar. «Sin embargo —dice Claudia González Caparrós en el prólogo— este poema no es, o no es solamente, un poema de la pandemia. El presente ahora es, sobre todo, un poema sobre el tiempo». Mary Jo Bang elabora una crónica carente de tiempo; o, más bien, de un tiempo único de presente perpetuo. Como el Purgatorio de Dante, texto que la autora traduce durante el encierro, el tiempo se ve privado de un futuro al cual proyectarse, al igual que a cualquier pasado, hoy ya demasiado lejano, demasiado ajeno. Este poema, demostración de un agotamiento narrativo de nuestra actualidad, es un presente que da vuelta en bandas y que nos estrella contra la mera e insoportable materialidad de lo cotidiano.